La etiolación ocurre cuando una planta crece en ausencia total o parcial de luz. La planta está sustentada por los nutrientes de reserva de la semilla.
La etiolación se produce por la síntesis de hormonas que hace que el tallo crezca en exceso.
Los tallos son largos mientras que las hojas son pequeñas. Es el mecanismo de adaptación que hace que las semillas profundamente enterradas se alarguen hacia la superficie. Como resultado, la planta alcanza alturas favorables para obtener luz.
La planta etiolada tiene un color blanco amarillento ya que no tiene clorofila (clorosis) La planta no asimila la clorofila, ya que los pigmentos no se estimulan en ausencia de la luz solar.
Tiene hojas pequeñas y un ápice culinar en forma de gancho que protege los primordios y el meristemo apical de la fricción con el suelo. Las células madre se vacuolan.
Al llegar a la luz, la planta comienza a tener un desarrollo normal.
Algunas plantas aceptan crecer con menos horas de sol que otras; en la naturaleza, son aquellas que crecen bajo grandes árboles, cerca de rocas, en lugares protegidos del intenso sol durante unas horas al día.
Una orquídea acostumbrada a crecer cerca del tronco de un árbol ciertamente aceptará un poco de sol que penetre a través de la copa, pero si el árbol elegido pierde sus hojas por completo, la orquídea se quemará. No es que no pueda adaptarse al sol, es solo que el cambio fue demasiado repentino.
Esto pasa mucho con las plantas suculentas. Pero esto también puede ocurrir debido al exceso de nitrógeno en el suelo, ya que este componente es responsable del crecimiento de las plantas. Si se usa en exceso para fertilizar, por ejemplo, puede ser perjudicial.
Si esto le ha pasado a tu suculenta, lo ideal es trasladarla a un lugar que tenga más luz solar y por más tiempo durante el día. Esto es fundamental para la recuperación de las plantas. A continuación, se necesita una poda. No hay necesidad de arrepentirse porque la planta volverá a crecer más hermosa y saludable.
Después de eso, espere alrededor de dos días para que los tallos se curen antes de poder plantarlos nuevamente. Esto evita que aparezcan hongos. Luego puedes replantar el tallo suculento dejando 1 cm debajo del suelo.
Las hojas sobrantes, solo colócalas encima de la tierra y riégalas moderadamente y saldrán raíces y brotes.
Para evitar que las suculentas se sequen, preste atención al tipo de sustrato o fertilizante utilizado en la maceta, además de asegurarse de que haya un buen drenaje para no acumular agua. Pero lo más importante es dejarlo en un lugar más brillante que antes.