¿Tus plantas se vuelven amarillas? Sepa por que y que hacer

Decorar la casa con plantas es maravilloso. No solo hacen que el entorno sea más bonito, sino también más saludable para quienes lo frecuentan y, además, ayudamos al planeta a tener aún más elementos de la naturaleza. Por eso, cuando una planta se enferma o se vuelve “extraña”, es difícil no enojarse.

Cuando las plantas se pongan amarillas, ¿sabes qué hacer para ayudarlas a obtener ese color verde brillante nuevamente? Si no lo sabe, no se preocupe, esto es normal. Incluso es difícil saber por qué surgió ese tono.

Si se identificó con las situaciones descritas anteriormente, sus problemas se acabaron. En este artículo, aprenderá las principales razones por las que las plantas se vuelven amarillas y qué hacer para cada uno de estos problemas.

¿Vamos allá?

Es importante decir que cada tono de amarilleo que aparece en las plantas se debe a un motivo diferente. Puede deberse a problema de plagas, exceso de agua, falta de hidratación, demasiado sol, sequedad, entre muchas otras cosas.

Plagas

Tener un problema de plagas es común, especialmente dependiendo de la región donde viva. Si ve insectos que se comen las hojas de su planta, así como algunas especies de insectos que viven en ella, su planta debe tener plagas.

En este caso, el amarillo aparece en manchas, además de pequeños agujeros. También es común que los bordes de las hojas se pudran, lo que significa que las hormigas y otros insectos literalmente han mordido ese lugar. También pueden aparecer manchas en el tallo y en diferentes tonos.

En general, para solucionar cualquier problema de insectos, hongos, virus y bacterias en tus plantas, deberás aplicar repelentes orgánicos, cambiar la tierra de la maceta (toda la tierra) y tener más cuidado con la fertilización durante los primeros meses.

Si su problema son los hongos, también deberá tener cuidado con el exceso de humedad, lo que podría agravar el problema.

Nutrientes

Las plantas también pueden volverse amarillas debido a la deficiencia de nutrientes. Cuando este es el caso, debe averiguar qué nutriente necesita normalizarse. De los 13 nutrientes que necesitan las plantas, seis de ellos vuelven amarillas las hojas cuando faltan.

El potasio es uno de ellos. Las puntas de las hojas se vuelven amarillas cuando este mineral escasea. En este caso, entierre las cáscaras de los cítricos en la tierra en la base de la planta y agregue fertilizante que contenga residuos de frutas y verduras.

Si falta nitrógeno, las venas de las hojas se volverán amarillas y, para resolver el problema, agregue fertilizante orgánico que contenga estiércol y posos de café en el suelo cerca de la planta.

La falta de calcio hace que las plantas se deformen y se pongan amarillas de manera desigual. En este caso, todo depende del suelo en el que se encuentre la planta. Si es ácido, deberá agregar lima; si es alcalino, deberá agregar yeso.

Para la falta de zinc, un aerosol con extracto de algas marinas debería ser suficiente. Se nota la falta de zinc cuando las hojas tienen poca pigmentación de color entre las venas grandes.

La falta de hierro, en cambio, se caracteriza por vetas verdes y el resto de la flor se vuelve amarilla. Para solucionar la falta de hierro, haga que el pH del suelo sea inferior a siete.

Finalmente, la falta de magnesio da lugar a rayas blancas a lo largo de las venas de las hojas, así como a un tenue color amarillento. Agregue sulfato de magnesio a la tierra y el problema se resolverá.

Agua

Las plantas no pueden sobrevivir sin agua. Sin embargo, incluso este elemento esencial para su supervivencia debe controlarse. El exceso de agua hace que las hojas se pongan amarillas y se marchiten.

Y luego, en este caso, debe arrojar arena alrededor de la maceta para que los granos absorban el exceso de agua o se replanten. Si las raíces permanecen ahogadas, el tallo se pudrirá y la planta morirá.

En el caso contrario, cuando la planta recibe menos agua de la que necesita, las hojas se oscurecen y se marchitan. Las hojas inferiores se vuelven amarillas, se secan y se caen. En ese caso, debes darle más agua a la planta.

Riegue hasta que salga un poco de agua por el orificio de drenaje de la maceta; si sale demasiada agua por el orificio, está abusando de ella y recuerde que el exceso también es perjudicial para la planta.

Sol

Como el agua, el sol es necesario para una vida vegetal saludable, pero demasiado sol puede convertirse en un gran enemigo. La exposición exagerada al sol, especialmente durante las horas más calurosas, hace que las hojas no solo se pongan amarillas, sino que también, en casos más severos, se quemen por el sol.

La planta necesita sol y sombra en las partes más calurosas del día. Entonces, si es necesario, mueva el jarrón y busque un lugar más fresco.

Fertilizante ¿

Tu planta tiene pocas flores? Esto puede deberse a un exceso de fertilizante, especialmente en lo que respecta a la cantidad de nitrógeno. Si este es el caso de su planta, debe fertilizar con menos frecuencia y con menos producto.

Por otro lado, la falta de fertilizante provoca que las hojas inferiores de las plantas se pongan amarillas y se caigan en poco tiempo, además de perjudicar el crecimiento de la planta. En ese caso, asegúrese de tener el hábito de fertilizar de forma rutinaria.

Envejecimiento natural

Si tu planta no tiene ninguno de los problemas anteriores, pero aún tiene un color amarillento en sus hojas, quizás el motivo sea otro: envejecimiento natural. Después de todo, todo lo que tiene vida muere un día, ¿no es así?

Plantas sanas La

planta requiere cuidados, atención y cariño. Recuerda mantener siempre limpias tus plantas, solo limpia las hojas con un paño seco, para no acumular polvo y otra suciedad – ten el hábito de regar y fertilizar según sea necesario, además de los otros consejos que se dan a lo largo del texto.

La aparición de hojas amarillas indica que la planta está enferma, pero aún es posible salvarla. Descubra la posible causa de este problema.

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