<h2 title="Descripción – Olivo bonsái «>Descripción
Bonsái de oliva » width=»745″ height=»466″ longdesc=»/piante-appartamento/bonsai/bonsai-olivo.asp»>
Cuidado del bonsai del olivo
El bonsái de oliva, como todos los bonsáis, debe regarse cada vez que la tierra de la maceta esté seca. La frecuencia depende claramente del tamaño del bonsái, su ubicación, la temporada y, en última instancia, el tipo de suelo. En invierno, por ejemplo, se debe regar cada 15/20 días, mientras que en primavera y otoño dos veces por semana, hasta una frecuencia diaria en pleno verano. En julio y agosto lo mejor es evitar regar en las horas más calurosas y soleadas, mientras que en invierno cuando hace demasiado frío y existe peligro de heladas, el agua se debe verter lentamente sobre el suelo sin mojar las hojas. En verano, sin embargo, cuando hace mucho calor, también es bueno nebulizar las hojas. La poda en el olivo o bonsái de olivo es necesaria para adelgazar el follaje, con el fin de aportar luz, sol y calor en cualquier parte de la planta. Durante el año, además del desmoche y poda necesarios para obtener la forma deseada, se deben realizar pequeñas intervenciones para mantener la planta en el tamaño requerido y eliminar las ramas rotas. El Olive Bonsai también soporta una poda drástica, porque es robusto y exuberante.
Suelo, fertilización y enfermedades
No es necesario un suelo en particular para el bonsái de oliva, ya que esta planta no es exigente. Lo importante es asegurar un buen drenaje y evitar el estancamiento del agua que puede provocar enfermedades por hongos. Un buen suelo puede considerarse el compuesto por la mitad del llamado suelo universal, y por la otra mitad de turba y arcilla mezcladas. En cuanto a las fertilizaciones, deben realizarse en el período en el que crece la planta de marzo a octubre, utilizando fertilizantes orgánicos específicos para bonsái, fácilmente disponibles en el mercado. Es recomendable evitar abonar el bonsai del olivoen invierno porque la planta está en estasis vegetativa y en verano plano (julio / agosto). Antes de fertilizar el bonsái, es recomendable mojar el suelo para no dañar el sistema radicular. En cuanto a las enfermedades, el bonsái del olivo es propenso a la cochinilla, el fumage, los pulgones y las arañas rojas. Para combatir los parásitos, los pesticidas preventivos se pueden usar estacionalmente. Las manchas blanquecinas de la cochinilla se pueden eliminar con un simple pincel.
Bonsái de oliva: reproducción
El bonsái de aceituna se puede reproducir mediante semillas, esquejes y acodos. Por semilla: es un sistema bastante largo (se necesitan años para tener un bonsái), pero tiene la ventaja de poder controlar de inmediato cómo se desarrolla nuestra planta y por tanto es posible regular mejor su forma. La siembra debe realizarse en primavera o finales de verano, en un suelo compuesto. Cortando: ciertamente es un sistema más rápido que la siembra, pero también más difícil y con tasas de éxito final bastante bajas. En otoño, se toma una rama leñosa de la planta original y se planta en un suelo mezclado con arena. Cuando hayan pasado unos 15 días, si la operación fue exitosa, veremos aparecer los primeros brotes. Por capas: es quizás el mejor método para reproducir un bonsái de olivo. En primavera, se elige una rama interesante de la planta, se la pela y se coloca en un recipiente que contiene tierra, hasta que se desarrolla el sistema de raíces. En este punto se corta la rama y se coloca en una maceta con tierra de bonsái, que es muy drenante. También es posible reproducirlo a partir de los chupones de la planta original.
Tabla de contenidos