Cultiva el ficus
Hojas amarillas por causas ambientales.
Como hemos visto, el ficus es originario de zonas del mundo con clima tropical y subtropical; decididamente diferente, por tanto, de lo que encuentra en nuestra zona. Por ello es necesario poder garantizar la adecuada protección a la planta y recrear un entorno lo más adecuado posible a las necesidades de esta planta. Una de las primeras y más frecuentes causas de las hojas amarillas en los ficus se refiere a la técnica de cultivo: es posible que la planta esté sometida a un riego demasiado abundante, o por el contrario, demasiado escaso. De hecho, el ficus necesita un suelo constantemente húmedo, pero sufre de estancamiento de agua: por esta razón, el riego no debe ser demasiado abundante sino regular, cada vez que el suelo comienza a secarse. Si la causa de la presencia de hojas amarillas es un error de cultivo de este tipo, al restaurar las condiciones óptimas de desarrollo de la planta también desaparecerá el síntoma y el ficus volverá a estar en perfecto estado de salud. Otra causa ambiental responsable del amarillamiento de las hojas es en cambio la exposición a temperaturas demasiado rígidas: por esta razón, es esencial recordar llevar la planta al refugio al comienzo de la mala temporada y mantener a los ficus en un ambiente en el que las temperaturas no bajan de los 14 grados. Llevar el ficus al interior no es suficiente: también es necesario asegurarse de que no esté expuesto a corrientes frías, que podrían provocar la misma perturbación. Exposición a temperaturas demasiado frías: por eso es fundamental recordar llevar la planta al refugio al inicio de la mala temporada y almacenar los ficus en un ambiente donde las temperaturas no bajen de los 14 grados. Llevar el ficus al interior no es suficiente: también debes asegurarte de que no esté expuesto a corrientes frías, que podrían provocar la misma perturbación. Exposición a temperaturas demasiado frías: por eso es fundamental recordar llevar la planta al refugio al inicio de la mala temporada y almacenar los ficus en un ambiente donde las temperaturas no bajen de los 14 grados. Llevar el ficus al interior no es suficiente: también es necesario asegurarse de que no esté expuesto a corrientes frías, que podrían provocar la misma perturbación.
Enfermedades y hojas amarillas
Sin embargo, las condiciones climáticas no siempre dan lugar al amarilleamiento de las hojas: si está en el envés de las hojas amarillentasnota pequeñas manchas o puntos, puede estar seguro de que se encuentra en presencia de una infestación parasitaria. Al alimentarse de la savia extraída de las hojas, los parásitos provocan un debilitamiento general que hace que la planta se ponga amarilla. La presencia de parásitos no debe subestimarse ni ignorarse: capaces de propagarse rápidamente, los insectos colonizadores acabarían provocando la muerte de la planta. El parásito más común en la colonización de ficus es la araña roja. Reconocer su presencia por el simple amarilleamiento de las hojas debido a condiciones ambientales desfavorables es bastante simple: la hoja, en este caso, también tendrá manchas en el envés, comenzará a enroscarse y caer.