Siempre suntuosamente colorida, la buganvilla decora con brío las fachadas de las casas de la cuenca mediterránea. En estas regiones de clima templado, crecen en la tierra abierta y no requieren prácticamente ningún cuidado para florecer abundantemente cada año. En las ollas, es otra historia…
¿Por qué cultivar una buganvilla en maceta?
La buganvilla es una de esas plantas que crece mejor en campo abierto y sólo debe ser plantada en macetas si es absolutamente necesario.
Hay dos parámetros que pueden afectar la plantación de una buganvilla en maceta: la falta de espacio (sin jardín) o el clima (demasiado frío).
Es importante tener en cuenta que las posibilidades de éxito en este tipo de cultivo son escasas, sobre todo si la región no es adecuada y no se dispone de un invernadero calefactado, porque la buganvilla es originaria del Brasil y necesita mucho calor y sol para florecer y desarrollarse adecuadamente.
Si su verano aún es cálido y soleado, puede considerar cultivarlo en un balcón y luego llevarlo al interior durante la temporada de frío para protegerlo de las heladas de las que no se recuperaría.
¿Qué tarro?
A menudo se dice que la buganvilla florece mejor en una maceta estrecha. ¡No es así! El sistema de raíces es importante y debe poder desarrollarse plenamente para que este escalador que puede alcanzar varios metros de altura esté cómodo. Elija un recipiente grande con un agujero en el fondo para instalar su planta. No importa cuál sea el material. Sepan que en una vasija de terracota, la evaporación será más importante, pero los intercambios de gas serán más respetados.
¿Qué sustrato?
Planta tu buganvilla en una maceta drenada en el fondo por una gruesa capa de cuentas de arcilla.
Elija una tierra para macetas de muy buena calidad, o mejor, tierra de jardín orgánica en bolsas (viveros, centros de jardinería…). Este último mantiene la humedad mucho mejor que la mayoría de los suelos para macetas.
Añade un poco de cuerno aplastado y sangre seca al plantar.
¿Qué exposición?
Ponga su buganvilla a pleno sol en un balcón, al abrigo de los vientos dominantes. Si es necesario, instale un cortavientos para protegerlo.
¿Qué tipo de riego?
En verano y en las macetas, la buganvilla debe ser regada muy regularmente para que el suelo nunca se seque completamente entre dos riegos. A partir del otoño, el riego debe espaciarse, especialmente si la planta se sobreinvierte en un lugar fresco (entre 10 y 12°C), luego descansará (las hojas caerán) y será suficiente con regar cada 15 días/ 3 semanas.
¿Es necesario llevar fertilizante?
Sí, y muy regularmente en períodos de crecimiento. En forma líquida después de regar o como sangre seca raspada en la maceta para alimentar a esta planta codiciosa. Cuando descanses, deja de usar fertilizantes.
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