A veces las plantas del jardín no se ven en gran forma, no están realmente enfermas sino extrañamente vegetando, están débiles, parecen ser víctimas de extrañas decoloraciones. Una deficiencia de magnesio o manganeso podría ser responsable de estos síntomas.
¿Cómo reconocer una deficiencia de magnesio o manganeso?
Los síntomas de una deficiencia en uno de estos dos elementos son bastante similares. Las plantas afectadas muestran una decoloración bastante característica del follaje llamada «clorosis de dedo enguantado». Las hojas más viejas suelen ser las primeras afectadas, así como las de la base de las ramas. Las hojas se desvanecen en los márgenes, y sólo el área alrededor de las venas principales permanece verde. Si no se corrige la deficiencia, pueden aparecer manchas púrpuras, las hojas se secan y luego se caen.
Las plantas afectadas raramente mueren por deficiencia, pero se debilitan. Las enfermedades y los parásitos aprovechan la oportunidad para asentarse en estas plantas que sufren.
Influencia del manganeso y el magnesio en las plantas
El magnesio entra en el proceso químico de la fotosíntesis porque es uno de los elementos esenciales de la clorofila. Lo mismo se aplica al manganeso, que también tiene un papel importante en la formación de cloroplastos. Estos dos elementos también promueven la formación de raíces laterales y activan el crecimiento general de la planta.
¿Qué plantas se ven afectadas con mayor frecuencia?
En el huerto, las plantas más afectadas por estas dos deficiencias son los tomates, las espinacas, los guisantes, las patatas o los frijoles. En el huerto, los manzanos, los cerezos pero también los pequeños frutos rojos como las grosellas, las frambuesas o las grosellas negras son sensibles a estas carencias que también pueden llegar al viñedo. En el jardín ornamental, los crisantemos y las rosas son los más afectados.
¿Cómo corregir la falta de manganeso o magnesio en el jardín?
Generalmente estas deficiencias se deben a un suelo excesivamente calcáreo que inhibe la asimilación del manganeso y el magnesio. Por lo tanto, será necesario reequilibrar ese suelo y, sobre todo, no encalarlo. Para ello, siembra abonos verdes y entiérralos. El estiércol de ganado también puede corregir esa tendencia.
Un exceso de fertilizante que contenga potasa también puede ser responsable de estas deficiencias. De nuevo, intenta restaurar el equilibrio.
Para corregir la deficiencia de manganeso, añada sulfato de manganeso o acetato de manganeso. El sulfato de manganeso o los quelatos pueden ser rociados directamente sobre el follaje.
Para corregir la deficiencia de magnesio, se aplica sulfato de magnesio o basalto molido a la base de las plantas.
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