Limpieza de la lechuga: Cómo limpiar y almacenar la lechuga de jardín
Saber cómo limpiar y almacenar la lechuga de jardín es más importante de lo que uno podría pensar. Nadie quiere comer lechuga sucia o arenosa, pero nadie quiere terminar enfermo tampoco. Si no se lava la lechuga de jardín apropiadamente, esto es posible. De la misma manera, cuando se trata de almacenar la lechuga, lo mismo puede ser cierto. El almacenamiento inadecuado también puede albergar bacterias que pueden hacer que usted se enferme en extremo.
Cómo limpiar la lechuga
Limpiar la lechuga no es difícil. Hay varias maneras de lavar la lechuga de jardín. Algunas personas prefieren simplemente enjuagar la lechuga bajo el agua corriente, arrancando cada capa exterior de la hoja y frotándola suavemente con las manos.
A otros les puede resultar más fácil cortar la cabeza de la lechuga y separar las hojas antes de pasarlas a un tazón de agua fría, donde la suciedad y la arena eventualmente se hunden hasta el fondo.
Otros van aún más lejos, colocando el tazón en el refrigerador durante la noche después de agregar un par de cucharaditas de azúcar al agua, lo que puede mantener la lechuga más crujiente.
Cualquiera que sea el método que elija, asegúrese siempre de que no haya suciedad visible en las hojas antes de drenarlas. Agite el agua de las hojas y colóquelas sobre toallas de papel para que se sequen bien. Incluso puede considerar usar otra toalla de papel para secarlas.
Otro método de limpieza de la lechuga es el uso de una centrifugadora de ensalada. Después de separar las hojas de lechuga, colóquelas (unas cuantas a la vez) en el colador y llene la hilandera con agua. Una vez más, la suciedad debe hundirse hasta el fondo. Levante el colador para verter el agua sucia. Vuelva a colocar el colador y repita lo que sea necesario hasta que ya no quede ninguna suciedad visible. Una vez que la lechuga esté limpia, coloque la tapa y el mango giratorio, haciendo girar la lechuga hasta que se seque.
Además de limpiar la lechuga, puede considerar agregar un par de cucharadas de sal al agua para ayudar a eliminar cualquier posible bacteria que pueda estar presente. No use blanqueador.
Cómo almacenar la lechuga
No sólo es importante lavar bien la lechuga de jardín, sino que también es importante almacenarla adecuadamente. Las hojas de lechuga individuales pueden colocarse en toallas de papel y enrollarse antes de colocarlas en bolsas Ziploc resellables o simplemente colocarlas directamente en la bolsa de plástico. Empuje cuidadosamente hacia afuera el aire antes de sellar la bolsa y coloque la bolsa en el refrigerador.
Siempre asegúrese de que la lechuga esté seca antes de guardarla en el refrigerador. Además, mantenga la lechuga alejada de la fruta, que desprende gas etileno. Por lo general, la lechuga se almacena de esta manera sin efectos adversos durante seis a ocho días. Sin embargo, tenga en cuenta que algunos tipos de lechuga, como la romana y la iceberg, generalmente son mejores si se comen de inmediato.
Saber limpiar y almacenar la lechuga de jardín mejora el sabor y la calidad de sus platos de ensalada. Y lo que es más importante, saber limpiar la lechuga asegura una buena salud.
Tabla de contenidos