Tratamiento para el moho en polvo de los guisantes: Control del Mildiú Polvoriento en los Guisantes
El mildiú polvoroso es una enfermedad común que afecta a muchas plantas, y los guisantes no son una excepción. El mildiú polvoroso de las arvejas puede causar una variedad de problemas, incluyendo el crecimiento atrofiado o distorsionado, la disminución de la cosecha y las arvejas pequeñas e insípidas. Continúe leyendo para obtener información sobre esta molesta enfermedad, junto con consejos sobre el tratamiento del mildiú polvoroso de las arvejas.
Síntomas del Mildiu de los Guisantes en Polvo
¿Qué causa el mildiú polvoroso en los guisantes? El mildiú polvoroso en las arvejas a menudo se desarrolla rápidamente cuando los días son cálidos y secos, pero las noches son frías con las mañanas llenas de rocío. El suelo mal drenado y la circulación de aire restringida también contribuyen al desarrollo de la enfermedad.
El primer signo de los guisantes con oídio es la presencia de pequeñas manchas redondas, blanquecinas o grises en la parte superior de las hojas maduras. El material polvoriento es fácil de frotar con los dedos.
El mildiú polvoriento de los guisantes se propaga rápidamente y puede cubrir hojas y tallos enteros, a menudo causando que el follaje se vuelva
amarillo o marrón y morir. Esto empeora el problema porque los guisantes sin protección de las hojas son más susceptibles a las quemaduras de sol. Eventualmente, las hojas afectadas pueden desarrollar pequeñas manchas negras, que son en realidad las esporas.
Tratamiento contra el moho en polvo del guisante
Aquí hay algunos consejos para controlar el oídio en los guisantes:
Plante los guisantes donde las plantas reciben la luz del sol temprano en la mañana y evite plantar en lugares sombreados. El sol ayudará a secar las hojas rociadas y a retardar el desarrollo del oídio. Además, siempre que sea posible, plante variedades resistentes a las enfermedades.
Evitar el exceso de fertilización. Cuando se trata de manejar guisantes con oídio, un fertilizante de liberación lenta es a menudo la mejor opción. Riegue los guisantes temprano en el día para que las plantas tengan tiempo de secarse antes de que las temperaturas bajen por la noche.
Algunos jardineros dicen que rociar las plantas semanalmente con una solución de bicarbonato de sodio y agua a las primeras señales de enfermedad puede proteger las plantas de un daño mayor. Si el oídio es leve o moderado, intente rociar las plantas de guisantes con un aceite hortícola a base de plantas, como el aceite de neem. Nunca rocíe cuando la temperatura esté por encima de los 90 F. (32 C.).
También puede rociar los guisantes con un fungicida comercial a la primera señal de la enfermedad. Si el clima es propicio para el oídio, es útil rociar las hojas incluso antes de que aparezca la enfermedad. Los fungicidas biológicos, que son seguros para las mascotas, las personas y los insectos benéficos, pueden ser útiles pero generalmente no son tan poderosos contra el moho como los fungicidas químicos. Tenga en cuenta que los fungicidas son de poca utilidad una vez que la enfermedad está establecida.
Retire y destruya las plantas de guisantes muy infectadas para evitar que se sigan propagando. Limpie bien los canteros en el otoño; las esporas de oídio pasan el invierno en los restos de las plantas.
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